viernes, 29 de mayo de 2009

AUGUSTO N. MARTÍNEZ


AUGUSTO N. MARTÍNEZ

Augusto N. Martínez, geográficamente y por el crecimiento de la ciudad cada día se incorpora a la urbe de Ambato, esto sumado a los trabajos de infraestructura vial e infraestructura sanitaria dotados por la Municipalidad de Ambato, ha permitido a sus habitantes y turistas que visitan esta parroquia, lo hagan por mejores accesos.

En el 2008 la Municipalidad invirtió más de 113.140 dólares en la ejecución de obras importantes como: Construcción de un aula en la Comunidad Calhua, cancha de uso múltiple en Cachua Chico, cacha de uso múltiple en Llantantoma, y varios empedrados, aceras y bordillos del sector.

Actualmente se ejecuta la construcción de cancha de uso múltiple Jesús del Gran Poder-San Juan de Samanga, la Pavimentación asfáltica de la calle Barrio San José y la construcción de muros y pavimentación asfáltica de otro ingreso más a esta parroquia, que es la subida los Carrizos – Algarrobo, que inicia detrás del parque infantil de Atocha hasta la parroquia mencionada, hay que resaltar la importancia de esta vía ya que conecta directamente a las parroquias: A. N. Martínez, Atahualpa y Constantino Fernández.

Pedro Fermín Cevallos


Pedro Fermín Cevallos

(Ambato, 1812-Quito, 1893) Historiador y político ecuatoriano. Fue uno de los fundadores del Partido Liberal. Durante su mandato en el ministerio de Estado, bajo la presidencia del general Urbina (1851-1856), decretó la abolición de la esclavitud y la expulsión de la Compañía de Jesús del Ecuador. Fue ministro de la Corte Suprema de Quito y director de la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Además de obras costumbristas escribió libros históricos y jurídicos. Sus títulos más destacados son Breve catálogo de los errores que se cometen en el lenguaje familiar, donde combatió los anglicismos y galicismos; Resumen de la historia del Ecuador desde su origen hasta 1845, la primera obra sistemática y objetiva que se publicó en el país, y que tuvo como base su propio Cuadro sinóptico de la república del Ecuador.

Luis A. Martínez


Luis A. Martínez (Ambato 23 de junio de 1869 - 26 de noviembre de 1909) fue un escritor, pintor, político y narrador ecuatoriano comprometido con los románticos del siglo XIX e iniciador del realismo en Ecuador. Fue un opositor al gobierno de Eloy Alfaro.

Trabajó en diferentes regiones y en varios oficios, desde los más humildes hasta los más prestigiosos, y conoció de cerca la vida del pueblo. Eso le sirvió para escribir su obra cumbre, A la costa, una de las primeras novelas realistas del Ecuador, que describió con fidelidad los cambios sociales que se vivían a finales del siglo XIX en el país.

Aparte de su faceta literaria, luchó con las guerrillas liberales en la década de los 90, administró el ingenio Valdez, fue subsecretario y ministro de Educación y promovió la construcción de un ferrocaril entre Ambato y la Amazonía ecuatoriana, que no pudo culminarse. Escribió un tratado sobre la agricultura ecuatoriana y escribió también en defensa de los indígenas.

Obras [editar]

Entre sus obras más imporatantes se destacan:

  • Disparates y caricaturas (1903)
  • A la costa (1904)

Juan Montalvo

Infancia y formación

Su padre, don Marcos Montalvo, hijo de un inmigrante andaluz, se dedicaba a los negocios ambulantes. En Quinchicoto, cerca de Ambato, conoció a doña Isabel Villacreses de Fiallos, con quien se casó el 20 de enero de 1811.La pareja tras un tiempo se domicilió en Ambato, ciudad en la que don Marcos llegó a destacarse. Fallecidos ya algunos hermanos en la edad de la infancia, Juan se convirtió en el menor de los varones, y sus padres le procuraron mimos y cuidados. Tuvo siete hermanos: Francisco, Francisco Javier, Mariano, Alegría, Rosa, Juana e Isabel. Su niñez transcurrió no sólo en su casa, sino también en la cercana quinta de Ficoa. En 1836 sufrió de viruelas y quedó con el rostro marcado. A los siete años fue a la escuela, una humilde casa de aldea, de una sola planta, pobremente administrada y sostenida. En 1843, cuando tenía once años, su hermano fue arrestado, encarcelado y desterrado por enfrentarse políticamente a la dictadura de Juan José Flores. Según el escritor Galo René Pérez, el destierro de su hermano le "dejó una lesión moral de la que no se recuperó jamás", llevándolo a odiar a las dictaduras.

Archivo:Juan jose flores.JPG
Juan José Flores.

En 1845, su hermano regresó de su destierro en Perú, y lo llevó consigo a Quito a continuar sus estudios. Sus dos hermanos mayores, Francisco y Francisco Javier, le orientaban e influenciaban en su gusto por las letras, aparte de haberle creado, cada uno con su prestigio, un ambiente favorable en el mundo de sus estudios. Entre 1846 y 1848 empezó a estudiar gramática latina en el colegio San Fernando. Posteriormente estudió filosofía en el seminario San Luis, donde recibió el grado de maestro, y después ingresó a la Universidad de Quito para estudiar Derecho, no porque quisiera ser abogado, sino porque entre las profesiones de entonces (medicina, leyes y teología) ésta le era la menos desagradable.

En Quito se hizo amigo del poeta y político liberal Julio Zaldumbide, con quien se reunía de continuo. En su casa a veces asistían practicantes de letras, destinados a convertirse en conocidos escritores: Agustín Yerovi, José Modesto Espinosa y Miguel Riofrío. Juntos comentaban a los grandes autores románticos europeos. En 1853 el presidente Urbina decretó la libertad de estudios en colegios y universidades. Por las nuevas regulaciones, Montalvo se vio privado de su cargo de secretario en el colegio San Fernando y además fue impulsado a abandonar su carrera de Derecho tras haber aprobado solamente el segundo curso. Así, decidió volver a Ambato.

En el ambiente melancólico de su casa (sus padres y su hermano mayor para entonces habían fallecido)se concentró en el enriquecimiento de su formación de autodidacta, acostumbrado a tomar notas de sus lecturas en cuadernos que se conservan. Estudiaba gramática española y tratados de carácter idiomático. Profesando un respeto consciente a Capmany y Clemencín, estaba convencido de que era necesario fundar las originalidades estilísticas en la posesión de una forma correcta autorizada por los clásicos y los estudiosos más notables de la lengua.[10]

Primer viaje a Europa [editar]

El 17 de febrero de 1857, durante el gobierno de Francisco Robles, Montalvo fue nombrado adjunto civil a la legación ecuatoriana en Roma, mientras que Francisco Javier Salazar fue nombrado secretario de la misma. En buena medida este nombramiento se dio gracias a las diligencias de su influyente hermano, el doctor Francisco Javier Montalvo.[11] A mediados de julio llegó a Francia. Aunque el asiento de sus funciones de adjunto civil era Roma, Montalvo se quedó seis meses en París, por causas ajenas a su voluntad. Ahí conoció a don Pedro Moncayo, diplomático ecuatoriano, quien le brindó facilidades para su estímulo intelectual, y a celebridades francesas tales como Lamartine y Proudhon.[12] Desde enero hasta agosto de 1858, mantuvo correspondencia con su hermano Francisco Javier destinada a su publicación en el semanario quiteño La democracia, que este último dirigía. Estos escritos, que conformaron una porción muy importante de su futura revista El Cosmopolita, no fueron bien recibidos en el Ecuador.[12] Durante esta etapa en París, Montalvo se volvió melancólico, pues extrañaba su provincia. En Los proscritos, ensayo aparecido en El Cosmopolita, escribió:

La nostalgia consiste en un amor indecible por la patria y un profundo disgusto del país en que se está..., es un deseo de llorar a gritos al mismo tiempo que eso es imposible.[13]

También se acentuó su misantropía, inclinación que tuvo desde sus años de infancia, por hallarse en un medio extraño e indiferente.[14] Su permanencia en París duró tres años, durante los cuales se dedicó a sus estudios, los contactos con personalidades, los paseos urbanos de observación provechosa, la elaboración de páginas literarias, varias aventuras amorosas y breves tareas de oficina.[15] Asimismo, durante este tiempo se le manifestó un agudo reumatismo, cuyos efectos le acompañaron durante el resto de su vida.

Dejó Francia y en enero de 1858 ya se hallaba en Italia. Visitó Roma, disfrutó mucho su visita a Florencia, e igualmente memorables le resultaron sus impresiones de Nápoles, Sorrento, Pompeya y Venecia. De Italia viajó a España, y especialmente le agradó Andalucía; visitó Granada y Córdoba, disfrutando de la arquitectura musulmana de la Alhambra y el Generalife[16] De Granada regresó a París, atravesando La Mancha, donde constató la miseria en que se hallaba la región en ese entonces.

Retorno al Ecuador y exilio [editar]

Tuvo que regresar al Ecuador no sólo por la inestabilidad de los gobiernos y la agitación política, sino también por la artritis que lo aquejaba. Cuando llegó, en 1859, el país era gobernado por García Moreno. Lo primero que hizo fue escribirle al dictador una larga carta, un tanto discursiva, pero cargada de admoniciones y amenazas, que según parece, no lo irritó del todo.[17] A finales de 1861 colaboró en la revista literaria El Iris de Quito. En 1865 comenzaron sus amores con María Adelaida Guzmán, con quien contrajo finalmente matrimonio en Ambato el 17 de octubre de 1868 y tuvo dos hijos.[18]

El 3 de enero de 1866, después del primer período dictatorial de García Moreno, publicó El Cosmopolita, revista de carácter político-literario editada en Quito en 40 páginas, cuyas siguientes entregas siguieron apareciendo hasta enero de 1869, y sostuvo una acalorada polémica con José Modesto Espinosa, que le salió al paso. En 1867 editó El Precursor del Cosmopolita y al año siguiente comenzó a cartearse con Eloy Alfaro y polemizó con Juan León Mera, publicando en su contra dos folletos: El Masonismo Negro y Bailar Sobre las Ruinas.[18] En 1869 se produjo la revolución de García Moreno, y el mismo año Montalvo, temiendo por su vida, tuvo que expatriarse. Acudió a la embajada de Colombia, y ni bien recibió su pasaporte para abandonar el país, partió la mañana del 17 de enero de 1869 rumbo a Ipiales junto a otros dos exiliados: Mariano Mestanza y Manuel Semblantes.

La familia Arellano del Hierro, de Tulcán, recomendó a Montalvo ante el doctor Ramón Rosero, de Ipiales, para que le acogiera en su hogar;[19] por su parte, Mestanza y Semblantes continuaron su viaje hacia la costa, para navegar a Panamá y desde allí hacia Europa. Durante su estadía en Ipiales, Montalvo recibió la primera carta de Eloy Alfaro desde Panamá, invitándolo a acompañarlo. Pronto fraternizaron y Alfaro le instaló cómodamente; le compró pasaje para Francia, le dio una suma de dinero para las primeras semanas de permanencia en aquel país y le prometió extenderle las ayudas que en lo posterior llegara a solicitarle. Llegado a la capital francesa, su interés inmediato fue establecer conexiones con las personas que quizás se hallaban en disposición de ayudarle, pues desde su destierro cayó en una situación de apremio; había salido del Ecuador con pocas pertenencias y le era imposible obtener ingresos seguros y periódicos.[20] Regresó a Panamá, rumbo a Ipiales. Y aunque ahí le faltó dinero para continuar su viaje, Alfaro nuevamente acudió en su ayuda. Montalvo lo relata de la siguiente manera:


Juan Benigno Vela


JUAN BENIGNO VELA HERVAS

Humberto Oña Villareal

Nació en Ambato el 10 de Julio de 1843. Sus padres fueron don Juan Pío Vela y doña Mercedes Hervas. Padrinos de bautizo el Historiador Dr. Pedro Fermín Cevallos. Sus primeros estudios los realizó en su ciudad natal, los secundarios en el Colegio Vicente León de Latacunga; aquí conoció al Maestro de Simón Bolívar, don Simón Rodríguez; obtuvo el título de Bachiller y luego pasó a la Universidad de Quito, en donde se graduó de Abogado. Sus actividades de Jurisconsulto las combinó con la política y perteneció al Partido Liberal. Luchó por la libertad y fue perseguido y apresado varias veces en 1878, en su periódico El Espectador escribió el célebre testamento político que decía: 'Mando que, con parte de mis pequeños recursos se levante, en el salón donde se reunió el Congreso Constituyente cuatro estatuas que representen: la Sabiduría, la Justicia, el Pudor y la Libertad, diosas que fueron ultrajadas y pisoteadas por los viles que traicionaron la voluntad de los ecuatorianos'.

Como Legislador redactó una Constitución en la que, 'en razón de una amplitud ideológica llama la atención del Continente'. Fue coautor de las Leyes de Instrucción Pública, de Registro y Matrimonio Civil, del Código de Policía, de incautación d Bienes de Manos Muertas y otros de interés. Fue poeta, en la cárcel escribió bellos poemas.
El 24 de Febrero de 1877, fue nombrado por don Pedro Carbo, Inspector de las escuelas de Tungurahua, el dinero de su sueldo lo invirtió en beneficio de las escuelas pobres.

Su hogar lo formó con doña Mercedes Ortega y Fernández, de cuyo matrimonio tuvo varios hijos a quienes los formó conforme a los dictados de su conciencia y corazón. Quedó privado de la vista y el oído. Sordo y ciego, siguió luchando con frenesí por su familia y sus compatriotas; murió en 1920, dejando el recuerdo de su voz, aliento y espíritu.

Juan Leon Mera

Nació en Ambato el 28 de junio de 1832 y falleció en esta ciudad el 13 de diciembre de 1894. Su padre, Pedro Antonio Mera Gómez era comerciante, y su madre Josefa Martínez Vásconez, crió sola a su hijo, debido a que su esposo la abandonó durante su embarazo.Su infancia fue humilde, y en sus primeros años de vida residió en la finca “Los Molinos”, ubicada en Ambato, cerca del sector de Atocha. Para poder sostener a la familia, su abuela materna alquilaba esta finca a su hermano Pablo Vásconez, que era un activista político que luchaba contra las políticas de Juan José Flores. Su educación la recibió en el hogar, y estuvo a cargo en gran medida de su tío abuelo, al igual que de su tío el doctor Nicolás Martínez.A los 20 años de edad, viajó a Quito para recibir clases de pintura con el afamado artista pictórico Antonio Salas, donde aprendió el manejo del óleo y las acuarelas

Incursión en la literatura

En el año de 1854, se publicaron sus primeros versos de poesía en el periódico La Democracia, con la ayuda del escritor Miguel Riofrío.[2] Fundó la academia ecuatoriana de la lengua en 1874 y fue miembro de la Real Academia Española de la Lengua.[1]

Es considerado uno de los precursores de la novela ecuatoriana por su famosa novela Cumandá publicada en Quito en el año 1879, y luego en Madrid, en 1891. Esta novela ha sido utilizada por Luis H. Salgado (1903-1977), Pedro Pablo Traversari Salazar (1874-1956) y Sixto María Durán Cárdenas (1875-1947), tres de los mayores compositores ecuatorianos del siglo XX para escribir cada uno una ópera.


Carrera política

Además de escritor y pintor fue también político conservador, y seguidor de Gabriel García Moreno.[1] Fue gobernador de la provincia de Cotopaxi, secretario del Consejo de Estado, senador, presidente de la Cámara del Senado y del Congreso Nacional.

En la actualidad se puede visitar la casa-museo "La quinta de Juan León Mera", en la ciudad de Ambato, antigua residencia del escritor y donde se exhiben sus pertenencias

Obras basadas en sus novelas

Basadas en la novela Cumandá o un drama entre salvajes se han escrito tres óperas, a saber:

* Cumandá, una ópera de Luis H. Salgado
* Cumandá, una ópera de Sixto María Durán Cárdenas
* Cumandá o la virgen de las selvas una ópera de Pedro Pablo Traversari Salazar